Tópicos sobre los escritores. Hoy me desmeleno, a pesar de que llevo el pelo al 0,5…

Para escribir este post les he pedido a algunos amigos escritores que me dijeran tres tópicos cada uno, de esos que se suelen decir por ahí sobre los escritores. He destacado los más repetidos. Y me he dado cuenta de que me diferencio del escritor convencional, precisamente en esos tópicos.

Diferencias entre un escritor cualquiera y yo, que soy escritor negro:

• Los escritores leen mucho. Yo no, porque mientras leo no puedo escribir, y yo cobro por palabras, escribo a destajo. El término “a destajo” me encanta. Me crié escuchándoselo a mí padre cada día. Mi padre lleva casi veinte años jubilado, pero antes era un obrero de la construcción y trabajaba a destajo; es decir, tanto hacía, tanto cobraba. Por eso, trabajaba sin descanso y más horas de la cuenta, con el objeto de ganar más dinero cada día. Paradójicamente, a diferencia de lo que suele ser habitual, a mí no me gusta leer. De hecho me temo que he leído menos libros de los que he escrito. Aclaración: he escrito 106. Actualmente estoy corrigiendo el 107 y escribiendo los números 108 y 109. No suelo hacer público que no me gusta leer, porque mucha gente cree que si no lees mucho entonces no puedes escribir. Por esto, en mi página y en mi perfil de Facebook creo que pone que “me encanta leer”. No es políticamente correcto decir lo contrario. Si lees mucho, al final, sin quererlo y sin saberlo, acabarás contando las historias que otro han contado antes. Supongo que por esto algunos dicen que tengo un estilo muy personal a la hora de escribir. Yo pienso que ni siquiera tengo estilo… ¿Estilo? ¿Qué carajo es el estilo?

• A los escritores, generalmente, les suele gustar leerse a sí mismos una vez que sus libros se han publicado. A mí no me gusta leerme. Igual que aborrezco verme y escucharme en un vídeo, tampoco me interesa leerme en un libro.

• Los escritores, lógicamente, tienen en sus estanterías los libros que han escrito. Yo no puedo tener en casa esos libros que he escrito para terceras personas, para evitar que mis familiares y amigos especulen… El éxito de mi trabajo reside en que soy muy discreto.

• Los escritores suelen confesar que escriben cuando se sienten inspirados, cuando las musas les visitan… Yo, que escribo a destajo, quedo cada mañana con mi musa, y ésta siempre llega puntual. Si alguna vez llegara tarde, aunque sólo fuera cinco minutos, la despediría, sin contemplaciones.

• Los escritores disfrutan leyendo a otros autores. Yo no. Sin quererlo y sin ser consciente de ello, siempre estoy a la caza de ese gazapo, de esa coma, de esa tilde, de ese espacio de más, de esa otra forma (bajo mi modesto punto de vista) de expresar una idea determinada… Para mí leer es una tortura. Prefiero ver la película, porque como no entiendo de imágenes, todo en las pelis me parece bien. Esto no es más que una deformación profesional, y quizá por eso me gusta tanto hacer correcciones de estilo y literarias…

• La mayoría de los escritores se centran en la escritura de un solo libro. Yo, alcanzo mi mayor potencial creativo cuando escribo tres a la vez. Y si estos tres libros son un ensayo, una novela romántica y una novela negra, entonces los acabo los tres en tres meses y, además, quedo muy satisfecho con el resultado final.

• Y si ya queremos rizar el rizo con el tópico de los tópicos, a ver qué te parece éste: los escritores son personas solitarias, ermitañas, antisociales, retraídas, con un gran mundo interior… ¿Mundo interior? Yo por lo menos no tengo de eso. Cuando tengo que escribir me pongo a escribir y punto. Simplemente transformo en palabras todo aquello que se me pasa por la cabeza, como por ejemplo ahora estoy haciendo.Eso sí, cuando escribo lo hago pensando en mi madre que tiene ochenta y cuatro años y en mi hija de quince. Procuro escribir clarito y sin barroquismo. Me gusta que se me entienda a la primera, sin necesidad de que se me tenga que releer y sin riesgo a que se me malinterprete.Asimismo, no soy una persona solitaria. Me encanta estar con la gente. Son mi mayor fuente de ideas.

• A veces, se piensa que los escritores suelen abusar del tabaco, del alcohol, de los fármacos… Yo jamás he fumado, y el alcohol no lo uso ni para las heridas, escuece mucho. Y el único medicamente que uso es “Almax”.Por cierto, cómo es posible que nadie le haya dicho al laboratorio Almirall, fabricante del famoso Almax, que el segundo comprimido que se queda en el blíster, desprotegido del contacto con el aire, luego sabe a jabón.Dame el teléfono, que los voy a llamar…

• Siempre se ha dicho que los escritores (permítaseme esta absurda generalización) están ávidos de fama y reconocimiento, más que de dinero. A mí me importa un carajo la fama y el reconocimiento. “Yo he venido aquí por mi dinero… págueme usted mis honorarios, y quédese para usted la fama”, le dije hace poco a uno de mis clientes más conocido y más leído. Supongo que te preguntarás, “y entonces, ¿por qué demonios quieres empezar a escribir a partir de ahora con tu nombre?” Buena pregunta. Mi respuesta es que hay una serie de historias que necesito contar, pero que nadie me las pide. Aunque si tú quieres que yo las escriba y te apetece aparecer en la portada, sólo tienes que llamarme y hablamos…

Te dejo, que antes cuando llamé a los de Almirall no me contestaron, pero ahora me están devolviendo la llamada.

¡Hasta mañana!